Jodida, pero no sorprendida

Protocolos y planes de contingencia

Me conozco. Ya sé que tengo mis rachas. Me conozco en las buenas, en las malas y en las peores. Tengo asumido que mi supervivencia y funcionalidad requiere de un montón de protocolos, rituales y atención a señales. Ya no me importa, si consigue mantenerme en marcha y con vida.

Por ejemplo, para los momentos verdaderamente oscuros tengo mi protocolo de prevención del suicidio que consiste, básicamente, en decir a gente muy cercana que empiezo a tener ideaciones suicidas, ganas de morirme o que fantaseo con que me pasa algo malo, incapacitante al menos. Acto seguido les pido que, por favor, al menos un par de veces a la semana o tres me escriban y me pregunten qué tal van las ganas de morirme. Así, tal cual. Esa pregunta honesta y desenfadada me da pie a decir la verdad y a pedir ayuda si lo necesito verdaderamente. O, al menos, a pedir ánimos para pedir la ayuda: muchas de estas personas están bien lejos físicamente de mí.

En los últimos tiempos he estado bastante pocha. Una depresión está intentando comerme por los pies con la inestimable colaboración del capitalismo y otras bolas de malabares, lo típico. Muchos de mis días me siento absolutamente desesperanzada y desconsolada y sé que de ahí al protocolo de prevención del suicidio hay poquito. Es como si no hubiera nada en el mundo en donde encontrar esperanza o belleza y que fuese capaz de reconfortarme. ¡Ya ves! Cuando precisamente ese es uno de mis talentos cuando no estoy así. De hecho, creo que es el talento que hace que no esté así a menudo. Pero ahora mismo, como otras cosas que me hacen feliz de mí misma, parece estar fuera de servicio.

Así que, habida cuenta de mi dependencia de los protocolos, se me ha ocurrido diseñar uno que consiste en nombrar un responsable (#ingeñero) de proporcionarme felicidad reciclada. Le he pedido que haga una lista de momentos en los que hemos sido felices y, además, que incluya algunas vivencias que han hecho que se avive mi esperanza aunque sea un poquito. La verdad es que se está tomando su nuevo cometido muy en serio, como todo aquello con lo que se compromete.

Hoy estaba tirada en un banco, al volver del trabajo, con él, porque hemos conseguido coincidir unos minutos.

—Estoy teniendo pensamientos feos —le he dicho.

—¿Cómo de feos? —contestó.

—Bastante. Como 7 de 10.

—¿Como el culo de un babuino?

Yo me he reído aunque no tuviese ganas, porque es muy payaso.

—Sí, más o menos. El culo de los babuinos es bastante feo pero el color sería bonito si no estuviese pegado al culo de un babuino.

—Eso —me ha dicho sonriendo—. Y... Los pensamientos... ¿Son peligrosos?

—No. Todavía no —he reconocido, con los ojos inundados.

—Vale. Recuerda que la semana pasada dos alumnos te ofrecieron sus paraguas porque tú te habías olvidado el tuyo, dispuestos a mojarse ellos para que tú no te mojases.

Y rompo a llorar. Por todo. Porque es verdad. Porque fueron muy amables. Porque eso debería hacerme sentir mejor. Porque en otro momento eso me llenaría de esperanza y ahora... Ahora son solo clavos al rojo a los que me agarro para no perderme. Pero hago el esfuerzo de, aunque no sienta nada, recordarlo, al menos racionalmente. Para no olvidar que he sido feliz antes (y volveré a serlo) y que en el mundo sigue habiendo razones para seguir viva.

Seguiré intentando hacerme trampas y esperando que, en algún momento, funcione. Como dijo aquella sabia, es mejor eso que morirse...

Thoughts? Leave a comment

Comments
  1. Chuck! — Apr 8, 2025:

    Tú si que eres mejor!

  2. yosoybartsolo — Apr 8, 2025:

    Aguanta, aunque sea por pura terquedad. Ya saliste antes, y vas a salir otra vez, aunque el cerebro diga lo contrario. Y si no puedes con todo, pues que se joda el “todo” y haz lo que puedas. Incluso los babuinos tienen días feos. 💛

  3. jodidaperonosorprendidaApr 9, 2025:

    Gracias a ambos 💜

  4. minihobbit — Apr 9, 2025:

    Te mando un abrazo desde el pozo. He llorado porque llevo unos meses ahí. Y sigo aquí porque tengo gente bonita cerca y lejos, que se preocupa y hacen checks de vez en cuando. Te presto la canción This too shall pass de OK Go! porque no tengo una poesía a mano que no sea de Storni. This too shall pass, espero 😘

  5. jodidaperonosorprendidaApr 9, 2025:

    Te cojo la mano desde este lado, desde cerca del abismo, para darte algo más de asidero. Gracias por la canción ❤️