Aviso de contenido: depresión, ideaciones suicidas, medicación
No iba a poner el taco, pero mira, sí. Porque así es como suena la pregunta en mi cabeza. Me está dando otra de mis célebres (solo para mí y quien está muy cerca de mí, que por suerte no es mucha gente) bajonas. Creo. Se acerca a una racha de 10 días y lo que empezó como una mezcla informe de tristeza, desánimo, cansancio y desfici está sumando dos síntomas que en mí son inequívocamente preocupantes: apatía y anhedonia. Nada me interesa ni me apetece y nada me hace sentir bien. No os voy a mentir: pinta mal.
Desde la última gran bajona he empezado a apuntar en una página de mi agenda cuándo se inician y su duración como intentando encontrar algún tipo de patrón. La última empezó pasada la mitad de febrero y duró hasta mediados de mayo. Tuve que acudir a la medicación que, para colmo de males, en esta ocasión tuvo bastantes efectos negativos y ninguno positivo. Esta empezó a principios de septiembre (a mí aún me queda una pequeñísima esperanza que sea pena postvacacional y que en unas semanas, cuando haya incorporado la rutina, esté tan cansada que no tenga fuerzas ni para estar deprimida, ojo) y no sé cuánto durará. Lo mismo no es nada y la hipervigilancia que caracteriza a los que hemos estado mal de la cabeza me está jugando una mala pasada. Ojalá. Pero es muy incómodo echarse a llorar en cualquier momento, estar irritable, agotada, alejar a la gente que te quiere, desear no despertarte y, en definitiva, que tu mente rechace todo lo que podría hacerte bien. No me gusta. Me siento ajena a mí misma, falta de control y de agencia en lo que me pasa. Es un mojón.
¿Y por qué lo cuento? ¿Por qué escribo esta mierda de post que no dice nada? Porque he vivido toda mi vida en un mundo en el que parecía que estas cosas no pasaban más que a los tarados (no estoy diciendo que yo no lo sea), que eran infrecuentes, que eran un problema individual que denotaba falta de carácter. En fin, todas esas mierdas. Y bueno, yo soy una mujer que sigue saliendo al mundo cada día, sonriendo a los desconocidos, abrazando a sus ex alumnos cuando se los cruza, haciendo ejercicio, queriendo hacerlo lo mejor que puede... aunque por dentro todo duela. Si eso no es ser fuerte, yo qué sé.
No eres la única, de verdad. Ojalá fuese más evidente que muchos atravesamos la vida a duras penas, que aunque hagamos que parezca fácil no lo es. Yo, desde luego, lo siento muchas veces como un esfuerzo titánico, aunque desde fuera parezca otra cosa.
En fin, como hace ya semanas que no comparto poemas, voy a dejar uno aquí, que viene al caso. Me apeteció escribir un poco tras leer a Gloria Fuertes, así que este poema es un homenaje. En cursiva, los versos que le robo.
GLORIA BENDITA
Nací para poeta o para muerto y mientras en lo primero mi éxito es escaso, tímido, mediocre, en fin, nada notable, en lo segundo voy de maravilla: no pasa un día sin que tache un día y esté un día más cerca de dar la última tos.
Nací para curiosa y para gato y no es, ya lo sabemos, una buena combinación. Escogí mal y me quedé con lo de «curiosa». Ni así escapo de mi destino: cuando una sabe poco se va al cine, si llega a saber mucho se suicida.
Nací para poeta o para muerto y últimamente ya apenas escribo.
Espero que Santa Gloria me asista.
Tu poema barra homenaje ha sonado en mi cabeza con la voz de Santa Gloria. Tómatelo como un cumplido (y espero que te dé una miajica de energía).
Es un pedazo de cumplido. Gracias
hola guapa, por favor cuidate mucho. Escucha mucha musica, disfruta de las pequeñas cosas: el canto de los pajaritos en la mañana, el sol, videos de gatitos haciendo cosas graciosas. Un té calentito. Haz una lista, cuelgala en la pared y empieza. Necesitamos de ti y de tus relatos bonitos :) beso grande de Fer
Gracias, Fer. Lo estoy haciendo lo mejor que puedo :)