Jodida, pero no sorprendida

Nosotros no somos como los demás.

Ayer estuve viendo fotos antiguas, viajando como una vulgar polizona por las memorias de alguien que ha tenido una vida interesantísima a través de sus álbumes de fotos.

Me encanta ver esas fotos de tiempos pasados, detenerme en los peinados, los maquillajes, los vestidos, la decoración: todo eso que hace que una misma escena (un niño echando una siesta, una foto escolar, un bautizo, una comunión, una boda) sea distinta. Lo disfruto mucho. Siento debilidad por esas fotos que llegaban dedicadas en cartas, que hablan de la nostalgia, el echar en falta, la distancia y el recuerdo (el volver a traer a alguien al corazón).

En el álbum había unas cuantas de esas: fotos de hermanas, de sobrinas... De hecho, yo misma le llevé a esta mujer fantástica una foto mía (con su nieto) para que la añadiese a sus álbumes o a sus portarretratos. «¿No viene dedicada?», me preguntó. Y por supuesto que se la dediqué en el instante, encantada de ser partícipe de la tradición. Pero me llamó la atención, en concreto, una de ellas, porque la cabra tira al monte y no puedo resistirme al romanticismo (ni siquiera al peor entendido, lo reconozco). En ella aparecía un hombre joven (probablemente mucho más joven de lo qu podría decirse por la foto), de perfil, bien peinado, con su traje elegante (aunque humilde). Sobre la esquina inferior derecha de la foto, unas letras en una caligrafía pulcrísima, preciosa: «De tu amorcito...¡que cuánto te quiere!» Y, bajo la dedicatoria, el nombre del amante caballero.

Me imaginé a la mujer joven que fue la señora que me enseñaba los álbumes leyendo esa dedicatoria (con esa letra tan bonita) y llevándose la foto al pecho, arrebatada de amor. Y me imaginé al joven, escribiendo a su novia tras la larga jornada de trabajo, poniéndole una dedicatoria de lo más cursi en la foto, con esa falta de pudor que nos imbuye cuando estamos enamorados. Y me enternecí mucho... durante un rato.

No me cuesta imaginármela a ella porque, por lo que la he llegado a conocer, creo que se parece a mí en algunas cosas: es una amante de las historias y, si algo es hermoso, la verdad o la fidelidad a los hechos queda en un segundo plano. Es, como yo, una romántica (y yo lo digo a mi pesar, no creas). Pero a él... Me cuesta. Me sorprendió encontrarme esa dedicatoria, la verdad. Lo que he sabido de él (que ya murió) me ha llegado de distintos testimonios y todos ellos hablan de un hombre recto, riguroso en exceso, muy chapado a la antigua, dominante, curtido y endurecido como requería la época y, durante buena parte de su vida, poco cariñoso (cosa que cambió algo, parece ser, con la llegada de los nietos y en relación a ellos: en las fotos rara vez sonríe, salvo si en ellas está con sus nietos). Pero ese hombre, en algún momento, se sintió tan arrebatado por el amor como para escribir una dedicatoria cursi y azucarada a su novia a la que, seguro, echaba de menos.

Esa idea me obsesionó: la de la desaparición de ese joven para que apareciera el marido firme y autoritario. Le pregunté a su nieto qué podía haber pasado, me bebí con atención sus teorías y le rogué que él no desapareciera. Me aterroriza que él, que es un cursi, un romanticón, una persona absurdamente cariñosa que parece beber los vientos por mí (todo ello cualidades que me encantan) se convierta en algún momento en un señor indiferente, masculino en el peor de los sentidos, uno de esos hombres que hacen comentarios sobre la parienta, como si esta les hubiese caído de oficio, como si nunca la hubiesen buscado, deseado o querido.

Él me dijo «Tranquila, nosotros no somos como ellos» para acto seguido añadir «aunque supongo que eso es lo que piensa todo el mundo en algún momento». Y es justo lo que yo estaba pensando. Probablemente las personas con la relación más agria y tormentosa que puedas pensar estuvieron en algún momento enamorados o, al menos, creyeron que lo estaban. No sé a ti, pero a mí me inquieta mucho: veo la deriva de algunas relaciones y buf.

Menos mal que estamos en el siglo XXI y existen el no casarse, el romper relaciones y el divorcio... de momento.

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Comments
  1. Anonymous — Mar 3, 2025:

    Jopetas. 8-(

  2. jodidaperonosorprendidaMar 3, 2025:

    Ya 😔