Jodida, pero no sorprendida

La postergación del deseo

Cuando estudiaba el máster, el profesor de psicología nos habló de que uno de los signos de madurez en el niño es el desarrollo de la capacidad de postergación del deseo, es decir, de entender que lo que deseo ahora no va a ser recibido ahora, incluso aunque sea posible. Es tener la capacidad de esperar a acabar de hacer la compra para que mamá me compre el huevo Kinder o de esperar a que todos acaben de comer para irme a jugar. También es la capacidad de ir a trabajar todos los días para recibir la nómina a final de mes.

Es curioso ver esa conexión. No voy a ser yo una señora absolutamente cumbayá, pero es cierto que lo que interpretamos como «madurar» generalmente coincide con conductas que son adaptativas porque son útiles para el sistema. Y bueno, sí, no siempre podemos tener lo que queremos en el momento que lo queremos, patatín, patatán. Pero, ¿dónde está el límite? ¿No estaremos postergando el deseo demasiado? ¿No estaremos poniendo al final de la lista de cosas por hacer la nimiedad esa de intentar ser felices? Espoiler: efectivamente y sí. Porque claro, luego va una y lee a Epicuro sin ninguna motivación particular y se encuentra, en medio de las Sentencias Vaticanas esta joyita, la número 14:

Nacemos una sola vez y dos no nos es dado nacer y es preciso que la eternidad no nos acompañe ya. Pero tú, que no eres dueño del día de mañana, retrasas tu felicidad y, mientras tanto, la vida se va perdiendo lentamente por ese retraso, y todos y cada uno de nosotros, aunque por nuestras ocupaciones no tengamos tiempo para ello, morimos.

Y la realidad te pega en toda la cara: nacemos una sola vez y no nos es dado nacer dos. No somos eternos. Y tú, sabiendo esto (aunque, probablemente, decidiendo olvidarlo convenientemente), decides (en mayor o menor medida, con mayor o menor libertad) poner lo que te hace feliz al final de la lista: no tomar esa cerveza con una amiga, no dar ese paseo al anochecer, no sacar ese rato para leer. Pues que sepas que eso de «no tengo tiempo ni pa' morirme» es mentira. Con tiempo o sin tiempo te mueres. Y lo que no hayas disfrutado no se recupera en vida, y mucho menos después de cerrar sesión.

No te estoy echando la bronca desde ningún tipo de superioridad. Sé que los deberes se cuelan con demasiada facilidad dejando los quereres al final de la cola. Sé que vamos con la agenda en la mano a todas horas. Que encontrar huecos en esa agenda se parece a encontrar la cuadratura del círculo. Lo sé. Tal vez el problema sea que no creemos en agendar la felicidad. Laura Morán en Por qué (no) deseo habla de eso: a veces las parejas acuden a su consulta de sexología quejándose de que el deseo «no les viene» y ella les señala que no están dejando tiempo para que llegue, ni espacio, ni están creando las condiciones necesarias para que eso ocurra. Cuando ella les sugiere que tal vez tengan que reservar espacios en la agenda para el erotismo la primera reacción es la resistencia: ¿cómo vamos a agendar el amor, el cariño, el erotismo? Pues mira, como lo agendamos todo.

Por ejemplo, yo hoy he agendado follar. Con toda la claridad del mundo: «Amor, tengo muchísimas ganas de ti. ¿Te parece si esta noche te vienes a cenar y justo después nos ponemos a follar como si no fuese a haber un mañana?». Algo así ha sido. Y lejos de ser antierótico, el suspirito de mi consorto ha dejado ver que la idea le parecía estupenda. Así que, amigas, salvo imprevisto, aquí esta noche se folla. Porque sí, hay que postergar el deseo a veces. Pero no indefinidamente. La felicidad es importante, así que si ahora no se puede, se le busca hueco.

A lo mejor esa agenda que ha funcionado como instrumento de opresión puede convertirse en herramienta de resistencia.

Ya, lo sé, aunque agendo el sexo no dejo de ser una romántica idealista...

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Comments
  1. Microblogc — May 26, 2025:

    Vaya giro argumental. Te iba a haber comentado de cómo muchas mujeres de mi generación postergaron deseos de crianza hasta conseguir el trabajo fijo que no llegó hasta los cuarenta... y entonces la sorpresa.

    Feliz noche.

  2. jodidaperonosorprendidaMay 27, 2025:

    Pues eso. Postergar tiene estas cosas. Y a veces no queda más remedio, pero habría que ver cuándo es así y cuándo estamos cediendo más de lo que deberíamos.

  3. Fer — May 27, 2025:

    Ohhhh, te adoro y adoro leerte. Un beso grande de Fernanda

  4. jodidaperonosorprendidaMay 29, 2025:

    Gracias, Fernanda :)