Antes de leer, para pensar un poco...
¿Te has planteado alguna vez la maternidad como un problema?
¿Crees que esa decisión es cada vez más difícil de tomar?
¿Qué cosas deberían cambiar para que el mundo invitase a tener hijos?
Y ahora, el poema.
NO-MO de Rosa Berbel
«no hay poesía capaz de hacer bella esta guerra»
Carlos Catena Cózar
Les digo a otras mujeres
que en realidad no sé si quiero hijos.
Porque el mundo es hostil,
igual que siempre,
pero la resistencia de la piel,
su solidez, es cada vez más débil.
.
No hay poesía capaz de hablar
de esto:
de los niños dormidos y de los padres muertos,
de tanta lucidez
guardada en los armarios.
.
Y siento entre mis piernas
el peso de la vida con sus dudas,
gritando a todas horas
sin consuelo.
El “qué” de las personas como ese banco de ideas que acumulamos a lo largo de la vida estaría desequilibrado sin un “para qué” como conciencia en la que los principios éticos aparecen para impulsar no sólo el bienestar propio sino el colectivo: lo individual y lo social. Cuando la individualidad prevalece, se impone mi propia existencia, mi sentido de la vida, mi satisfacción personal, mi albedrío, mi desarrollo personal… Ese “mi” rota como una peonza que se mueve sobre su propio centro, su ritmo peculiar, su desatención a lo próximo y a lo colectivo... En consecuencia, aparecen muchos obstáculos, demasiadas barreras, tantas incertidumbres, diversos miedos, el sacrificio del cautiverio, la turbación de mi responsabilidad… El peso de la vida con sus dudas reprime y ocultamos las barreras y los obstáculos que turban “la paz mental”. Por consiguiente, aunque el Estado facilite medidas para colaborar en la crianza de las nuevas criaturas, la escasa solidez interna y el relieve de lo individual son elementos que entorpecen la maternidad. ¡A la vista esta!