Para pensar antes de leer...
¿Has pensado en la importancia de la salud mental?
¿Qué podemos hacer para que este mundo sea más habitable para la gente que sufre por cuestiones de salud mental?
¿Te has planteado que puedes tener a tu alrededor personas batallando con su salud mental sin saberlo?
Y ahora, el poema:
Poema sin título de María Castrejón, incluido en su poemario La inutilidad de los miércoles
En muchas ocasiones parezco
muerta La gente se asusta
me mueve las manos que
caen inertes No saben que viajo
lejos de mi cuerpo que duele
y vuelo por encima de las casas
que siempre hay al lado de los
aeropuertos con jardines tristes
de piscinas cubiertas con lonas
y bicicletas tiradas en el suelo
Por encima de las cuadrículas
de tierra ese mundo ficticio
desde arriba que no hiere
Vuelo sobre las nubes
Siempre hace sol encima de
las nubes y el brillo de las alas
de los aviones me deja ciego
el estómago y nada hace daño
Hasta que un coche pasa o
alguien ríe debajo de la ventana
Me dan palmadas en la cara
Me echan agua en el rostro
y los brazos Yo no quiero
volver a este cuerpo que se
sienta en la consulta y se traga
las píldoras El miedo de los otros
me acerca a las cuchillas
a la muerte Yo solo quiero
volar pero el viaje siempre
termina cuando abro los ojos y una
voz triste que desconozco
me dice Thank you for flying
Sé que cuando mi cuerpo se empapa de lluvia de flores de color naranja, el entusiasmo, la vitalidad y la inspiración creadora forman un humus perfecto para crear una vida saludable. Tales ingredientes me envuelven en fragantes aromas que hacen habitar en una isla etérea, en un existir vaporoso, sublime y sin ninguna carga material que mantener. Desde la Naturaleza a la intervención equilibrada antrópica, se despliegan tantos y tantos componentes que nuestra atención puede abrirse a su potencia. José Hierro nos propone: “Hay que salir al aire, desatar la alegría, llenar el universo con nuestras vidas. Hay que invadir el día tocando nuestras flautas, alcanzando nuestros soles, quemando la alegría”. Y en ese salir podemos expresarnos en distintos lenguajes que debemos perfeccionar: lo oral, lo escrito, la plástica, la música, lo artístico, la dramaturgia, el silencio contemplativo… Cada uno de ellos y en su conjunto nos permiten azuzar la senda porque tenemos prisa. “Hay que invadir el día tocando nuestras flautas, alcanzando nuestros soles, quemando la alegría”.